A pesar de ser Chile el país con mayor cantidad de personas vacunadas contra el coronavirus en Sudamérica, la región está actualmente en el peak de contagios desde que comenzara la pandemia. La esperanza está en la efectividad de la vacuna, que podría bajar el número de personas infectadas.
Pero, la situación se agrava con la aparición de variantes del Sars cov-2, como la nueva cepa brasilera P.1, que se está extendiendo a un ritmo vertiginoso y ya se encuentra afianzada en México, Suecia, Bélgica y Colombia.
La Organización Mundial de la Salud, manifestó que “estamos en un punto crítico de la pandemia” a nivel mundial y que no hay que confiarse de la vacunación, sino más bien, extremar las medidas de cuidado.
A principios de enero se registraban menos de 1.000 muertes diarias en Brasil, pero, las cifras han aumentado drásticamente desde finales de marzo. Actualmente, hay más de 3.000 muertes diarias. Cerca del 90% de las nuevas infecciones se atribuyen a la variante P.1. La situación de contagios está completamente fuera de control. Desde el inicio de la pandemia, más de 13 millones de personas en Brasil, oficialmente, se han contagiado .
Científicos detectaron por primera vez la variante en Brasil el 10 de enero de 2021. Presenta 17 mutaciones, tres de ellas en la proteína S. Esto último probablemente hace que el virus pueda entrar más fácilmente en las células y multiplicarse en ellas. La mutación E484K es especialmente problemática, ya que probablemente es la responsable de que incluso las personas que ya han sobrevivido a una infección por coronavirus puedan volver a contraer la enfermedad.
Asimismo, y lo que es más preocupante, todavía no se ha aclarado de forma concluyente si las vacunas disponibles actualmente son eficaces contra la variante P.1 y en qué medida. Se sabe que las vacunas de AstraZeneca y BioNTech, por ejemplo, forman anticuerpos neutralizantes contra la variante en el laboratorio. Pero un estudio preliminar muestra que no son tan eficaces como contra el coronavirus original.
Sin embargo, los expertos señalan, que sigue teniendo sentido mantener la estrategia de vacunación, ya que incluso cuando alguien se infecta con una variante del virus, es probable que el curso de la enfermedad sea más leve después de la inoculación. Las personas vacunadas requieren con menos frecuencia un tratamiento médico intensivo y menos pacientes mueren de COVID-19. Pero también se hace hincapié, en que se deben mantener las medidas de autocuidado, como el uso correcto de la mascarilla, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social.
En Chile estamos a la vanguardia sudamericana en cuanto a la vacunación contra el covid-19, pero, no olvidemos que hay mucho desconocimiento científico respecto al resultado de las diferentes vacunas que se están aplicando. Incluso, ya se está analizando la posible aplicación de una tercera dosis.
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