Son 15 las unidades educativas que forman parte del Departamento de Educación Municipal de Villarrica que recibieron la Certificación Ambiental en el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales, SNCAE, del Ministerio del Medio Ambiente.

Se trata de los centros de educación inicial: Gotitas de amor, Tiempo de crecer de Ñancul, Los Angelitos, Volcanes de Chile y Villa Esperanza. El Liceo Politécnico Villarrica y las Escuelas: Voipir de Ñancul y Mariano Latorre. Todos estos establecimientos lograron la categoría de excelencia.

Asimismo los Jardines Infantiles: Ardillitas, Los Copihues, Chalín Tekún, Perün Rayén de Cónquil, Siglo XXI y la Escuela José Abelardo Núñez, obtuvieron certificación en el nivel medio. Mientras que la Escuela Manantial de Relún, aspiró a la certificación en el nivel básico.

“Hemos recibido esta noticia con gran alegría, como un reconocimiento al trabajo y compromiso de toda nuestra comunidad. Nuestro sello,  “Cuidado y respeto por el Medio Ambiente”, fue una propuesta de niños, niñas, familias y equipo pedagógico y ha estado presente en cada acción pedagógica, contribuyendo con un grano de arena para lograr un cambio en nuestra forma de vida, adquiriendo y fortaleciendo los valores de la Educación Ambiental”, comentó Viviana Vicencio, directora del Jardín Infantil Tiempo de crecer.

Un desafío en pandemia

Hay que destacar que docentes, educadoras y técnicos en educación parvularia, asumieron un rol importante en el marco de la pandemia, periodo en que se mantuvieron en constante capacitación para adquirir nuevas herramientas y lograr continuar con los procesos educativos.

Durante el año Jardines Infantiles VTF, Escuelas y Liceos Municipales,  iniciaron el desarrollo de estrategias para lograr  sus respectivas certificaciones, llevando a cabo diversas acciones para fomentar, fortalecer y promocionar  una conciencia ambiental en todos los integrantes de sus comunidades educativas.

“Establecimos un “Comité Medioambiental”, organismo desde donde se planificaron  experiencias educativas medioambientales enfocadas en tres ámbitos: el curricular, de gestión y acciones vinculadas al entorno. Nuestra misión ha sido promover la conciencia y cuidado del medio ambiente en toda la comunidad educativa incluyendo a las familias del sector”, aseguró Katherine Vergara directora del Jardín Infantil Los Angelitos.

Educación Ambiental

La idea fue incorporar de manera transversal la dimensión ambiental en  la gestión educativa, surgiendo actividades como: retos medioambientales, concursos, plantación de árboles, limpieza de territorios, creación de productos medioambientales como: decálogos, revistas virtuales, capacitaciones en temáticas de cuidado del medioambiente, fortalecimiento de redes de apoyo con instituciones a fines, entre otras acciones.

“Gracias al trabajo colaborativo entre el equipo, redes de apoyo y la familia se logró desarrollar actividades que permitieron fortalecer el sello y el cuidado del medio ambiente. En todas las acciones realizadas buscamos favorecer el rol protagónico de los niños y niñas ya que es esencial que desde pequeños se potencie el reciclar, ahorrar energía y cuidar la naturaleza, favoreciendo de esta forma la educación ambiental para guiarlos en el camino de la sustentabilidad y el constante interés por el cuidado del medio ambiente”, aseguró Guillermina Cancino, educadora de párvulo del Jardín Infantil Villa Esperanza.